
JAVIER FERNÁNDEZ (Córdoba, 1971) es autor del volumen de relatos La grieta (2007), la novela Cero absoluto (2005) y el libro objeto Casa abierta (2000, con el heterónimo El ursa). Ha traducido La mariposa de latón (2010), de William Golding, y Fiebre de guerra (2008, junto a David Cruz), de J. G. Ballard.
En Puerta del mar hemos querido la recuperación de este singular poemario, en su día no tan difundido como sin duda merece por su calidad.
"Casa abierta no es un lienzo, pero está dibujado sobre la página, y desde el momento en que el dibujo, que es lo plástico esencial (Degas), aparece en un libro, éste adquiere, al menos, plasticidad. Por supuesto, es un libro, raro, pero libro: está publicado, y no expuesto (aunque su exposición sería factible), y nos referimos aquí a Casa abierta como 'algo más que un libro', y no algo menos que un cuadro. No es, como buena parte del arte contemporáneo, una plástica discursiva, sino un discurso plástico, algo totalmente novedoso y muy lejano de caligrafismos o creaciones híbridas. (...) Este libro abre unas expectativas ilimitadas al arte de escribir y al de criticar; pero desde luego, y les animo a ello, al hasta ahora bastante pasivo arte de leer."
se incorpora en la cama oye el motor del cortacésped el golpe
de una lata de gasolina contra otra mi madre está fregando el
suelo piensa ¿qué día es hoy? piensa y vuelve a dormirse
anoche escuchó ecos suaves y entre c o rtados en el dormitorio de
sus padres mientras iba al baño menos suaves a la vuelta las
sábanas aún estaban calientes al instante quedó dormido
llovía el sonido del agua en la tormenta cuando llueve mucho el
agua cae en riada por la carretera soñó que nadaba en la riada
el agua saltaba a borbotones debajo todo estaba en calma
el niño escucha voces en el piso inferior alguna visita la cena
está preparada sentado en el borde de la bañera trata de
reconocer las voces ahora me llamarán pero no bajaré hasta
que se hayan ido no le llaman ahora subirán y verán que el
baño está ocupado y saldré y bajaré a cenar no suben sentado
en la bañera pasan los minutos la cena se enfría se hace tarde
las llaves están al otro lado de la puerta y no hay nadie en la
casa no se oye ningún ruido el niño coloca una silla sobre la
mesa de mármol del jardín se sube a la mesa luego a la silla se
agarra a los barrotes de la terraza eleva el cuerpo con los brazos
lo pasa sobre la baranda busca bajo una maceta la llave abre la
puerta de la terraza vuelve a colocar la llave bajo la maceta
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